En el metro ya había notado la presencia de un par de personajes de apariencia extraña. Ninguna trascendencia di al hecho, desensibilizado a fuerza de ver a diario la diversidad étnica, el codigo vestimentario de los miembros de las subculturas, la moda estrafalaria y el atuendo excéntrico de algunos jóvenes y de otros que no lo son pero que igualmente gracias a su facha se salen de lo tradicional.
Pero estos personajes descendieron en la misma estación a la que me dirigía (Place d’Armes) y se atravesaron en mi ruta hacia el viejo puerto.
En el trayecto se hizo evidente que no eran los únicos extravagantes y que yo, vestido como un vulgar mortal, era minoría en esa calle donde la densidad plus alta de personas era aquella de los disfrazados. Es así que arrastrado por la curiosidad y por la casualidad resulte en Otakuthon el más grande festival quebequense de los apasionados por los dibujos animados y las historietas japonesas.
En el trayecto se hizo evidente que no eran los únicos extravagantes y que yo, vestido como un vulgar mortal, era minoría en esa calle donde la densidad plus alta de personas era aquella de los disfrazados. Es así que arrastrado por la curiosidad y por la casualidad resulte en Otakuthon el más grande festival quebequense de los apasionados por los dibujos animados y las historietas japonesas.
El evento se desarrolló en Le Palais des congrès de Montréal a mediados de agosto. Voilà quelques spectaculaires photos!!