18 de enero de 2008

ROLOS A BOGOTA












Desde arriba eran perceptibles todos los blancos posibles y una infinita gama de grises depositados sobre la ciudad de Montreal que nos despedía con tormenta de nieve como no habíamos visto hasta ahora.











El día proyectado para el viaje, que parecía tan lejano, estaba transcurriendo y desde la ventanilla increíblemente constatábamos que realmente se quedaba atrás y finalmente bajo una densa capa de nubes nuestro nuevo hogar.










En Colombia nadie sabía lo del viaje por lo que la sorpresa fue mayúscula y gracias a la complicidad de un hermano, furtivamente fuimos apareciéndonos a la familia lo que hizo bastante emotivos estos rencuentros.










Maquillada de navidad "la muy coqueta", y después de un año y medio de no verla, Bogotá me pareció más bella. Eran notorios muchos cambios positivos en su paisaje urbano e infraestructura.


Anécdotas, fotos y comentarios de nuestra nueva vida en Canadá