23 de septiembre de 2006

INGRESO A LA VIDA LABORAL


Tristemente por estos días, un desadaptado tomo la decisión de colarse con un arma en un College abriendo fuego contra los estudiantes. Resultado: una estudiante muerta y varios heridos. Hoy pienso que habría podido ser en cualquier parte, incluyendo el sitio donde estudio. Aquí con frecuencia nos encontramos individuos de apariencia rara e intimidante, que sin duda, también son dueños de pensamientos extraños e inquietantes.

Como aquí la plata circula rápidamente, es necesario renovarla con la fuerza del trabajo. Por eso, después de una entrevista chistosa, pues no entendí el 80% de lo que se me pregunto, me hice a un trabajo. Soy operario de una súper bodega del siglo XXI, que distribuye para las tiendas del país, ropa de marca Dynamite y Garage. La misión es organizar y enviar los pedidos. En un brazalete que porto, va montado un aparato que indica la cantidad de piezas que debo introducir en cada una de las cajas y con lector de código de barras en el índice, confirmo la operación, que a su vez es trasmitida a una central. Caja que se llena, se cierra y se va por banda transportadora. El horario es de locos (16:45-12:15) cuatro días a la semana y libre desde el viernes). Creo que ahora si oficialmente empecé a meterme en este cuento y de la mejor manera; haciendo un trabajo que de todas maneras es más suave y mejor pago que el de los brócolis.

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